miércoles, 20 de enero de 2010

Declaración de la
COORDINADORA   POR   UNA   ASAMBLEA   CONSTITUYENTE
NUEVA   CONSTITUCIÓN
Frente a la reciente elección presidencial

     Ha terminado la segunda vuelta presidencial y el pueblo, aparentemente, ha escogido una “nueva” opción. Nuestra Coordinadora tuvo siempre claro lo contrario: con cualquiera de los dos candidatos que ganara, arribábamos al mismo puerto: el capitalismo neoliberal, enemigo estructural de los intereses de los trabajadores y del pueblo de Chile. Permanentemente estuvimos planteando que con el marco constitucional que nos rige y con falta de fuerza y organización del pueblo, daba lo mismo quién ganara. En consideración a este hecho, llamamos a votar nulo con contenido, escribiendo sobre él voto “Asamblea Constituyente, Nueva Constitución”.
     Después de los resultados no hacemos sino reiterar nuestra postura: nada sustancial ha cambiado en nuestro país. No existe la tan nombrada “alternancia” porque el modelo político-económico y social que nos asfixiaba seguirá asfixiándonos. Sólo la lucha por nuestros intereses nos abrirá espacios dentro de este sistema enemigo. Y, sin duda, la lucha contra le médula en que se sustenta el modelo neoliberal, la constitución del 80, tomará ahora una importancia trascendental.

Llamamos por esto a todos a sumarse a la lucha por una:
¡¡ASAMBLEA CONSTITUYENTE!!
¡¡NUEVA CONSTITUCIÓN!!

martes, 8 de diciembre de 2009

Seminario estudiantil por la asamblea constituyente y la nueva constitución.



El día sábado 5 del presente se realizo con éxito un seminario estudiantil por la asamblea constituyente y la nueva constitución. En el cual asistieron estudiantes de distintas universidades y liceos como la U. de Chile, U. Autónoma y el Liceo Darío Salas.

En esta actividad se trato la importancia de una asamblea constituyente y una nueva constitución para tener una educación publica de calidad y acabar con el lucro en la educación.

Luego de un provechoso debate y planteamiento de ideas se acordó formar un comité estudiantil por la asamblea constituyente y una nueva constitución e iniciar un trabajo junto al estudiantado y los demás comités.



Contacto: estudiantesxnuevacontitucion@gmail.com

jueves, 3 de diciembre de 2009

Seminario sobre: "La Educación y la Actual Constitución"

Compañeros: Tenemos el agrado de invitarlos a un seminario en el cual trataremos el tema de la educación, de la LGE, de su mercantilismo y monopolización en el marco de la actual constitución fascista del 80' y de la imperiosa necesidad de una "Asamblea Constituyente y una Nueva Constitución".

Esta actividad se realizará el día 5 de diciembre del 2009, a las 17:00 hrs, en el Local ubicado en  Av. Matta 692 (Esquina Sta. Rosa, Portón Verde), Santiago.

Esperamos tu asistencia y puntualidad.

Atte.
Colectivo Juvenil La Mochila

¿Por qué cambiar la constitución?

Eduardo Artés, secretario general del Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria), explica las razones por la cuales una Asamblea Constituyente para Chile es de primera urgencia.

Vídeo del Periódico "El Ciudadano" sobre la Asamblea Constituyente.

Tenemos el agrado de entregarles el presente vídeo, que habla de una de las iniciativas que se llevan a cabo en torno a la lucha por una Asamblea Constituyente y una nueva Constitución.


Asamblea Constituyente ahora es el lema de quienes promueven este mecanismo para posibilitar una Constitución verdaderamente democratica para nuestro país.

La Constitución del '80.

La matrix de las Constituciones Neoliberales.

Afortunadamente la iniciativa de una nueva constitución se ha ido convirtiendo en una reivindicación generalizada para casi todos los sectores políticos, excepto para la derecha tradicional. La moderna derecha, vale decir la Concertación, también se ha pronunciado, entre dientes, pero afirmativamente a través de su candidato Frei. Esto, desde luego, nos hace entrar en sospechas: ¿porqué un sector neoliberal estaría aceptando modificar la Constitución neoliberal? Pensamos que la respuesta está en el estancamiento que el neoliberalismo “puro” está teniendo en Chile y en todas partes.

Haciendo un poco de historia, todos sabemos del origen ilegítimo de la Constitución del 80, nacida de una consulta fraudulenta, realizada en Dictadura. Pero fuera de este hecho, la Constitución del 80 tiene otra característica fundamental: ella emerge para consagrar un nuevo período en la evolución del siglo XX, un período en el cual el debilitamiento de los sistemas socialistas les hacía presentir a los capitalistas, que podrían quedarse solos dominando el mundo y que, por lo tanto, podrían librarse, por fin, de todas las medidas sociales y reguladoras del desenfreno del capital, a que los obligó por mas de medio siglo, la competencia con el socialismo.

El mundo podía volver por fin al capitalismo puro, es decir, al LIBERALISMO, pero en una versión moderna, el NEOLIBERALISMO. ¡De vuelta al mercado, a la libre competencia! ¡De vuelta al lucro en todo! ¡Fuera las conquistas laborales y sociales! El Estado se repliega, se hace aparentemente más pequeño. Ya no educa, no da previsión, no transporta, no entrega agua, luz, no construye viviendas ni carreteras, no crea empresas nuevas y va entregando a privados las que antes administraba, privatiza lo más que puede la salud, los bancos estatales, fiscaliza lo menos posible al capital, le cobra el mínimo de impuestos, etc. Pero en cambio, se hace inmenso para controlar y reprimir la resistencia al modelo, para espiar y prevenir la organización de los trabajadores. Se agiganta también para gestionar directamente en pro del capital: viaja buscándole mercados, firma convenios y tratados que lo beneficien, suprime todas las antiguas barreras protectoras, publicita, oferta y vende... El Estado deja de atender a la comunidad en general, para servir a los dueños del capital, en exclusiva.

Este es el espíritu que se hace carne en la Constitución del 80: la subordinación, hasta las últimas consecuencias de la sociedad, al servicio del capital... Chile se convirtió, gracias a ella, en la vanguardia de los poderes mundiales para experimentar el capitalismo que desarrollarían una vez que el socialismo se desmoronara. 

Para completar la obra iniciada por la Constitución del 80, los poderes mundiales necesitaban la salida democrática para el país. Y ésta nos fue concedida en 1989, coincidiendo con el desplome de los sistemas socialistas... En Chile se instaura entonces, al resguardo de la Constitución del 80, la democracia capitalista más neoliberal de la tierra.

A contar de entonces, el modelo consagrado en la Constitución del 80 empieza a ser implementado aceleradamente en el mundo, y la “matrix” chilena, a ser usada como modelo para una infinidad de constituciones en Europa, América Latina, Asia, África... Yeltsin, el primer gobernante ruso después de la caída de la Unión Soviética, declara su admiración y simpatía por el modelo chileno y lo ve como el camino ideal a seguir por las ex republicas socialistas. Gracias a estas nuevas constituciones países enteros son violentamente cambiados de rumbo: en Inglaterra, España, Alemania, Francia, etc., son las mismas socialdemocracias y no las derechas, las que se encargan de la reconversión de las economías y de empezar con el barrido de la protección social. En Latino América, el pueblo de la floreciente Argentina, la nación con los mejores estándares de protección social del continente, es repentinamente pauperizado por un par de gobiernos que empiezan a aplicar los ajustes neoliberales. A Bolivia, Ecuador y otras naciones se les intenta imponer la “dolarización” de la moneda y a todo el continente se le exige reducir aún más su mínima protección social, así como entregar sin trabas al mercado internacional sus economías y sus riquezas nacionales... Incluso China y Cuba parecen convencerse y empiezan a introducir el mercado... Por aquella época empieza a circular este chiste por la tierra: ¿qué sería el socialismo? Pues, el camino más largo para ir del capitalismo al capitalismo.

Y bueno: el mundo había cambiado, se había acabado la utopía. El ser humano tenía que reconocer su naturaleza egoísta y vivir en un sistema que calzara con ella: el capitalismo neoliberal que además tenía la virtud de que a través de ese mismo egoísmo, podía regular la economía, generar progreso, consumo y bienestar. 

En fin, la humanidad tenía un modelo realista y no utópico para aplicar por siempre jamás...

Claro, la desigualdad, la pobreza, el hambre, la cesantía, la desprotección, la marginalidad, la drogadicción, la delincuencia, se dispararon como nunca en la historia. Pero en fin: ¿qué queríamos?, alguien tenía que pagar los costos del egoísmo, y aunque ese “alguien” fuera un 90%, de todos modos seguía quedando un 10% para que lo disfrutara... Pero, el egoísmo también empezó a pasarle la cuenta al sistema: la concentración de la riqueza se disparó incontenible, el capital empezó a comerse al capital, las empresas a devorarse o a coludirse, el capital financiero a desequilibrar al capital real, la oferta y la demanda a desajustarse creando crisis tras crisis, el libre mercado a ser cada vez menos libre, la corrupción privada y pública a corroer las instituciones, y la Naturaleza a dar señales de agotamiento extremo frente a la explotación desenfrenada a que era sometida... Pero por sobre todo, los pueblos empezaron a demostrar que no estaban dispuestos a tolerar toda la miseria, explotación, desprotección, abusos, denigración y pérdida de sentido de vida que les echaba encima el capitalismo salvaje que les arrebataba de una plumada, las conquistas alcanzadas. 

Así, el sistema que debía durar por siempre, empieza a dar señales graves de falencia en menos de 20 años: fracasa la no intervención y la no regulación del Estado, y éste en cambio debe empezar en todas partes, a correr a socorrer una y otra vez a los bancos o consorcios a punto de quebrar, debe intervenir y arbitrar para que los diversos enclaves capitalistas no se coman unos a otros, y debe regular de cualquier manera para que las crisis no desquicien demasiado la sociedad y se vaya todo al diablo. Los pueblos a su vez encuentran los mecanismos para rebelarse, para rechazar el modelo, para cambiar las constituciones que lo sustentan y crear modelos de resistencia como en los casos emblemáticos de Venezuela, Bolivia y Ecuador. Y así va quedando claro una vez más, a la luz de los extremos del NEOLIBERALISMO, la miseria básica del capitalismo en sí mismo. Y las mayorías empiezan a comprender que si hubo una expresión del capitalismo que buscó hacerlo más humano y tolerable, fue porque existía la posibilidad socialista... y esta comprensión empieza a abrir de nuevo las puertas a la reconstrucción de la salida socialista.

Así, está  resultando que el NEOLIBERALISMO se va evidenciando como un peligro para la subsistencia del propio capitalismo... Podríamos incluso aventurar este chiste: ¿qué es el NEOLIBERALISMO? Pues, el camino más corto para ir desde el socialismo desmoronado, a un nuevo socialismo... La historia lo dirá.

      Reiteramos nuestra apreciación: el Capitalismo NEOLIBERAL está fracasando, tal como fracasó hace 80 años, a contar de la Revolución Soviética. El capitalismo que tuvo un largo aliento fue aquel que copió elementos del socialismo: intervención del Estado para promover el desarrollo, regulación del capital para que no desate toda su codicia, protección social, para descomprimir la lucha social... Los sectores más lúcidos ya saben que el capitalismo sin trabas lo devora todo; a los pueblos, a la naturaleza, a sí mismo, y por eso ya han empezado la reconversión económica y los ajuste constitucionales en casi todas partes. Tenemos el ejemplo actual de Honduras: Zelaya no es un izquierdista revolucionario ni mucho menos. Él representa simplemente a la burguesía lúcida que sabe que tiene que ajustar la Constitución, en contraposición a la burguesía ciega que no lo comprende. Los pueblos de todo nuestro continente están exigiendo constituciones no NEOLIBERALES y muchos sectores capitalistas han empezado a comprender que tendrán que sumarse a ese cambio para que cambie lo mínimo, lo justo para seguir manteniéndose a flote y obtener otro período de viabilidad. Nuestro cuidado principal, por lo tanto es no dejar caer esta tarea en manos de Freis, o Piñeras, que sólo volverán a intentar la jugarreta que una vez hizo Lagos. Sólo los pueblos que se han movilizado masiva y persistentemente han conseguido cambios profundos y volvemos a citar los ejemplos de Venezuela, Bolivia y Ecuador. Ese es el espíritu y el objetivo de nuestra COORDINADORA POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE, NUEVA CONSTITUCIÓN: empezar a crear conciencia y movilización para cambiar la Constitución desde abajo, con nuestras exigencias y reivindicaciones, para lo cual este cambio debe ser realizado por una Asamblea Constituyente elegida por el pueblo. Sabemos que no es fácil, pero ese es el desafío, la tarea que nos encarga este tiempo: remover nada menos que a la Matrix de todas las constituciones Neoliberales del mundo.

COMITÉ  POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE
¡NUEVA CONSTITUCIÓN!